
El secretario de Desarrollo Humano y Bien Común, Rafael Loera, acudió a una plaza comercial ubicada en la calle 1 de Mayo, y en un evidente acto de prepotencia, se estacionó en la vía de entrada y salida a la plaza. Como un verdadero gánster, el niño consentido de Gobierno del Estado, dejó su camionetón detrás de todos los vehículos que estaban ocupando cada uno los cajones de estacionamiento, y aunque dejó a un chofer en la unidad, el estorbo innecesario fue enorme. Fueron varios vehículos los que intentaron buscar un lugar en el pequeño estacionamiento, pero fue imposible, porque el funcionario estatal dejó su camioneta en la pura pasada, y no fueron 10, 15 o 20 minutos, fue una hora lo que se estuvo estorbando. Al puro estilo, nadie sale o nadie entra hasta que yo quiera, fue como Rafa Loera y sus secuaces, estorbaron a más no poder a los ciudadanos comunes que no tuvieron de otras más que irse a rodear o buscar lugar en otro lado. Y así quiere ser alcalde…